Generosidad

Es muy bueno empezar por reconocer lo que tenemos para dar. Si no puedo reconocer lo que hay dentro de mí difícilmente lo podré ofrecer sin sentirme escaso. Para empezar a sembrar semillas blancas podemos empezar por hacer entrega de nuestro tiempo, atención y nuestra escucha. Cosas tan simples como compartir nuestro conocimiento y nuestra experiencia nos pueden ayudar a saborear el compartir.